Dos astronautas de la NASA, Sunita Williams y Barry Wilmore, llevan más de dos meses atrapados en el espacio y no regresarán a la Tierra hasta febrero de 2025. La misión de ocho días, que comienza en junio de 2024, culminará con su regreso a bordo de un. Boeing Starliner. Sin embargo, graves problemas técnicos obligaron a la NASA a extender su estancia en la Estación Espacial Internacional (ISS) y reprogramar su regreso con el vehículo SpaceX de la compañía.
La nave espacial Starliner experimentó una fuga de helio, el gas necesario para impulsar el combustible hacia el sistema de propulsión, así como múltiples fallas en el motor durante su viaje a la Estación Espacial Internacional. Estos problemas técnicos obligaron a la NASA a tomar la difícil decisión de no utilizarlo para el regreso de los astronautas. En cambio, planean regresar a bordo de la nave espacial Crew Dragon de SpaceX, que se lanzará en septiembre de 2024. James y Wilmore se unieron a su misión de liberarse.
Boeing tiene un contrato de 4.200 millones de dólares con la NASA para desarrollar y operar el Starliner, mientras que SpaceX, que tiene un contrato de 2.600 millones de dólares con la NASA, ha completado nueve vuelos tripulados, todos los cuales fueron exitosos. La misión Starliner representa el gran impulso de Boeing para entrar en el mercado de los vuelos espaciales tripulados, pero ha sufrido una serie de reveses y retrasos.
Los ingenieros de Boeing y la NASA han estado trabajando para identificar y reparar defectos del Starliner mediante pruebas en la Tierra y en el espacio. A pesar de estos esfuerzos, la complejidad de los problemas técnicos hizo que la seguridad de los astronautas fuera una máxima prioridad, lo que llevó a la decisión de seleccionar la nave espacial de SpaceX para regresar a Crew Dragon.
El administrador de la NASA, Bill Nelson, enfatizó en una reciente conferencia de prensa que los vuelos espaciales siempre implican riesgos, incluso en las misiones más rutinarias. Destacó que los vuelos de prueba como el Starliner son intrínsecamente inseguros e impredecibles, y enfatizó que la seguridad de la tripulación es la máxima prioridad.
Durante sus meses adicionales en la Estación Espacial Internacional, Williams y Wilmore continuarán contribuyendo a las operaciones científicas y de mantenimiento de la estación, incluidas las caminatas espaciales. Los dos astronautas, de 58 y 61 años, ya habían realizado estancias prolongadas en el espacio en misiones anteriores y comprendieron desde el principio los riesgos asociados a vuelos de prueba como el Starliner.
El retraso en el regreso de estos astronautas se suma a los desafíos que enfrenta Boeing en el desarrollo del Starliner. La nave ha experimentado muchos retrasos y problemas técnicos en vuelos anteriores con drones. Sin embargo, en un comunicado, Boeing reiteró su compromiso con la seguridad de la tripulación y de la nave espacial y aseguró que seguirá trabajando para resolver el problema Starliner.
Mientras tanto, SpaceX, bajo el liderazgo de Elon Musk, ha demostrado ser un socio confiable para la NASA, con muchas misiones exitosas para la agencia y clientes comerciales. La misión de regreso de Williams y Willmore marcará otro hito en la creciente reputación de SpaceX en materia de vuelos espaciales tripulados. La situación pone de relieve los desafíos de la exploración espacial y la importancia de la cooperación entre agencias gubernamentales y empresas privadas para superar obstáculos y garantizar la seguridad de los astronautas en misiones críticas. de los astronautas en misiones críticas.
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