El cangrejo decorador, conocido científicamente como Camposcia retusa, es un animal fascinante por su habilidad para camuflarse en su entorno y evadir a sus rivales. Este ingenioso animal utiliza una variedad de elementos del océano para adornar su caparazón, lo que le permite confundirse con su hábitat y protegerse de depredadores.
Posee cuerpo robusto y aplanado que le permite moverse con agilidad por los fondos marinos. Su caparazón puede alcanzar hasta 4 centímetros de ancho y se caracteriza por una coloración que varía entre tonos marrones, verdes y grises, adaptándose a su entorno.
Lo más impresionante de este crustáceo es su habilidad para incorporar objetos como esponjas marinas, corales, algas, conchas y fragmentos de coral en su caparazón. Este comportamiento de decoración no solo proporciona protección física, sino que también juega un papel crucial en su camuflaje, para pasar desapercibido antes sus depredadores.
Las piezas adheridas le permiten mimetizarse con el sustrato marino, dificultando que los depredadores lo detecten. Al moverse, el cangrejo puede cambiar su apariencia, adaptándose rápidamente a diferentes entornos.
Las antenas largas y delgadas del cangrejo decorador son extremadamente sensibles y le permiten detectar cambios en su entorno. Sus ojos, compuestos y situados en la parte superior de su cabeza, le proporcionan un amplio campo de visión, facilitando la identificación de posibles amenazas. Este cangrejo tiene ocho patas, que le permiten desplazarse con rapidez y agilidad. Sus patas están adaptadas para caminar sobre fondos irregulares y trepar por rocas y corales, lo que le brinda acceso a áreas donde puede encontrar materiales para adornar su caparazón.
Este carnívoro habita principalmente en aguas costeras de Australia. Prefiere áreas donde puede encontrar abundancia de materiales decorativos, como praderas de hierba marina y arrecifes de coral. Su comportamiento de camuflaje no solo es defensivo, sino que también le permite acechar a sus presas, como pequeños crustáceos y moluscos. Este crustáceo se alimenta principalmente de invertebrados, utilizando su astucia y camuflaje para acercarse sigilosamente a su alimento.
Es un excelente ejemplo de adaptación y supervivencia en el ecosistema marino. Su capacidad para utilizar su entorno a su favor es un testimonio de la complejidad y belleza de la vida marina. Este crustáceo no solo es un maestro del camuflaje, sino también un recordatorio de la interconexión de las especies en el océano.
Desafortunadamente, se encuentra en peligro por la sobreexplotación como elemento decorativo en acuarios, debido a la resistencia y supervivencia que muestra en estos y a la pérdida de su hábitat .
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
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