El cocodrilo de Morelet (Crocodylus moreletii), también conocido como cocodrilo mexicano o cocodrilo beliceño, es un reptil fascinante que habita en las aguas dulces y salobres de México, Belice y Guatemala, que desafortunadamente se encuentra en peligro de extinción debido a la pérdida de su hábitat, la caza furtiva, la contaminación del agua y el conflicto con humanos, debido a ser considerado un animal peligroso.
Este cocodrilo es de tamaño mediano, con una longitud promedio de 3 a 3,5 metros y un peso de hasta 250 kg. Por lo general, los machos son más grandes que las hembras. Su piel es gruesa y escamosa, de color marrón oscuro o negro con marcas irregulares que varían entre tonos grisáceos y marrón oliváceo, con bandas y manchas oscuras en el cuerpo y la cola, lo que le permite camuflarse perfectamente en su entorno acuático. Las crías tienen un color amarillo brillante con bandas oscuras.
Su cabeza es aplanada y ancha, su hocico es ancho y redondeado, con 66 a 68 dientes afilados cuando está completamente desarrollado, es relativamente corto y redondeado en la punta. Sus ojos ubicados en la parte superior de la cabeza, lo que les permite ver tanto dentro como fuera del agua. Sus dientes afilados y numerosos, adaptados para capturar y desgarrar presas. Tiene una cola larga y musculosa, utilizada para nadar y propulsarse en el agua.
Es una especie semiacuática, pasando la mayor parte del tiempo en el agua, pero también se desplaza por tierra con sorprendente rapidez, especialmente para distancias cortas. Los cocodrilos de Morelet son territoriales, especialmente durante la temporada de apareamiento, y pueden defender su territorio de otros individuos.
Su dieta es principalmente carnívora, alimentándose de peces, crustáceos, reptiles, aves, mamíferos pequeños y carroña. Lo que ayuda a controlar las poblaciones de sus presas, manteniendo el equilibrio del ecosistema y además sus desechos contribuyen a la descomposición de materia orgánica y al reciclaje de nutrientes en el ecosistema.
Existen diversos programas y organizaciones dedicadas a la protección del cocodrilo de pantano, incluyendo la investigación, la educación, la conservación del hábitat y el manejo de la población, debido a que está clasificado como “En peligro de extinción” por la UICN
MVZ ESP Elsa Diéguez B.
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