Rusia está a punto de celebrar una elección presidencial que muy probablemente prolongará el Gobierno de Vladimir Putin al menos hasta 2030.
La gran mayoría de los votos se emitirán durante tres días a partir de este 15 de marzo, incluso en las zonas ocupadas de Ucrania, donde las fuerzas rusas están intentando ejercer su autoridad. Sin embargo, según los analistas, esta no será una elección normal, ya que el las votaciones consistirán esencialmente en marcar casillas constitucionales sin ninguna perspectiva de sacar a Vladimir Putin del poder.
Este presidente ha tratado de persuadir a los rusos para que mantengan su mandato, en un contexto marcado por las amenazas extranjeras al país, y mientras la guerra de Ucrania ha entrado en su tercer año.
Al único candidato pacifista del país, Boris Nadezhdin, se le ha prohibido presentarse como candidato, y Alexey Navalny, el exlíder de la oposición envenenado y encarcelado, que era la voz anti-Putin más destacada en Rusia, murió en circunstancias extrañas, según el gobierno ruso, a mediados de febrero.
Desde que llegó al poder hace casi 25 años, Putin ha eliminado a casi todos los medios independientes y las voces críticas hacia su gobierno, especialmente después de la invasión a gran escala de Ucrania en 2022.
En 2021, Putin promulgó una ley que lo habilitó para postularse para dos mandatos presidenciales más, de seis años cada uno, lo que podría extender su gobierno en Rusia, al menos hasta 2036.
Por Eduardo Torres
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