Fugas de helio: Se detectaron cuatro fugas de helio en el sistema de propulsión del Starliner antes de su lanzamiento. Se tomó la decisión de proceder con la misión, ya que se consideró que las fugas no representaban un riesgo significativo para la seguridad.
Problemas con los propulsores: Cinco de los propulsores de maniobra del Starliner fallaron durante la misión. Esto dificultó la realización de algunas de las maniobras necesarias para acoplarse a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Falla en la válvula de propelente: Una válvula de propelente no se cerró completamente, lo que provocó una fuga de combustible durante la reentrada a la atmósfera. Esto obligó a los astronautas a realizar un aterrizaje de emergencia en lugar del aterrizaje planeado en tierra.
Los astronautas regresaron a la Tierra a salvo el 25 de mayo de 2024. Aterrizaron en White Sands Space Harbor en Nuevo México, Estados Unidos.
Los astronautas se encuentran en buen estado de salud. No se han reportado lesiones ni problemas de salud graves.
Se está llevando a cabo una investigación para determinar la causa de las complicaciones. Boeing, la empresa responsable del desarrollo del Starliner, está trabajando con la NASA para identificar y solucionar los problemas.
Impacto en las futuras misiones:
El regreso del Starliner se ha retrasado. No se espera que la próxima misión se lance hasta principios de 2025.
La NASA está evaluando el futuro del programa Starliner. Se está considerando la posibilidad de realizar más pruebas o incluso cancelar el programa.
Las complicaciones del Starliner han puesto de relieve los desafíos de desarrollar nuevas naves espaciales comerciales. Es importante que se tomen todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las futuras misiones espaciales.