Vacunación al Día:
Asegúrate de que tu perro reciba todas las vacunas necesarias según el calendario recomendado por el veterinario, incluyendo las vacunas contra la rabia, parvovirus, moquillo, hepatitis y leptospirosis.
Control de Parásitos:
Aplica regularmente medidas preventivas contra piojos, pulgas, garrapatas y parásitos internos como los gusanos intestinales, siguiendo las recomendaciones del veterinario.
Alimentación Balanceada:
Ofrece una dieta equilibrada y de alta calidad, adecuada para la edad, tamaño y nivel de actividad de tu perro.
Ejercicio Regular:
Asegúrate de que tu perro haga ejercicio diario para mantener un peso adecuado y prevenir problemas de comportamiento relacionados con la inactividad.
Higiene y Cuidado Dental:
Mantén una rutina de higiene que incluya el cepillado de dientes, baños según sea necesario y la limpieza de oídos para evitar infecciones.
Revisiones Veterinarias Periódicas:
Lleva a tu perro a chequeos regulares, al menos una vez al año, y con más frecuencia si es necesario, para detectar cualquier problema de forma temprana.
Esterilización o Castración:
Considera la esterilización o castración para evitar problemas reproductivos y el nacimiento de cachorros no deseados.
Prevención de Accesos a Sustancias Tóxicas:
Mantén un entorno seguro, asegurándote de que tu perro no tenga acceso a productos de limpieza, medicamentos humanos y plantas venenosas.
Cuidado Emocional y Mental:
Proporciona estímulo mental y social a través de juegos, entrenamiento y compañía para asegurar el bienestar de tu perro.
MVZ Especialista Elsa Diéguez B.
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