Los diarios de Cristóbal Colón, el famoso explorador italiano que llegó a América en 1492, contienen algunas descripciones extrañas que han llevado a algunos a especular sobre la posibilidad de que haya tenido un encuentro con objetos voladores no identificados (OVNIs) durante sus viajes por el océano Atlántico.
En sus escritos, Colón menciona haber visto luces en el cielo, objetos que se movían rápidamente y cambiaban de forma, e incluso seres luminosos que nadaban en el mar. Algunas de estas descripciones han sido interpretadas por algunos investigadores como posibles avistamientos de OVNIs.
La primera referencia sobre supuestos hechos extraños en el cielo americano ocurrió el 15 de septiembre de 1492, cuando Colón escribió: “Navegó aquel día con su noche 27 leguas su camino al oeste y algunas más. Y en esta noche al principio de ella vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en el mar, lejos de ellos 4 o 5 leguas”. La descripción del marino es bastante clara, para quien no conoce otras cuestiones que lo que la sabiduría de esos tiempos permitía. ¿Qué pudo haber sido? Muchos afirman que esto puede ser el indicio de los llamados OSNIS (objetos submarinos no identificados) o de lo contrario, un OVNI que se ocultó en el mar.
Por si fuese poco, el 11 de octubre de 1492. Andarían dos millas cada hora, y hasta dos horas después de medianoche andarían 90 millas, que son 22 leguas y media. Puesto que el almirante a las 10 de la noche, estando en el castillo de popa, vio lumbre, aunque, como fue cosa tan cerrada, que no quiso afirmar que fuese tierra, pero llamó a Pedro Gutiérrez, repostero de estrados del rey, diciéndole que parecía lumbre, que mirase él, y así lo hizo y la vio. Diciéndole también a Rodrigo Sánchez de Segovia, que el rey y la reina enviaban en él por veedor, el cual no vio nada porque no estaban en un lugar donde pudiese ver. Después que el almirante lo dijo, se vio una vez o dos, y era como una candelilla de cera que se alzaba y levantaba, lo cual a pocos pareciera ser indicio de tierra, pero el almirante tuvo por cierto estar junto a la tierra”.
De acuerdo con los estudios de otro español, Manuel Audije (quien fuera oficial de la Armada), cuando Colón y otros hombres vieron la extraña luz, se encontraban a poco más de 80 kilómetros, concluyendo que esa distancia es excesiva para lograr distinguir una hoguera en tierra. Por lo tanto, muchos conocedores de la materia afirman que Colón presenció luces que fueron consideradas OVNIs que estarían presenciado (¿o dirigiendo?) el descubrimiento de América.
La idea de que Colón tuvo un encuentro con OVNIs es controvertida. Los críticos argumentan que las descripciones de Colón pueden explicarse por fenómenos naturales, como estrellas fugaces, nubes o incluso errores de interpretación.
Sin embargo, algunos investigadores sostienen que las descripciones de Colón son demasiado detalladas y precisas como para ser simplemente el resultado de fenómenos naturales. Además, señalan que Colón era un observador experimentado y que no era propenso a la fantasía o la exageración.
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