El 19 de mayo, el cielo nocturno fue iluminado por un evento sorprendente y enigmático: un súperbólido que cruzó la atmósfera terrestre sin ser detectado por ningún dispositivo de monitoreo previo. Este evento no solo fascinó a los observadores del cielo, sino que también generó preocupación en la comunidad científica sobre nuestra capacidad para detectar objetos espaciales potencialmente peligrosos.
Un súperbólido es un meteoro extremadamente brillante que explota en la atmósfera, liberando una energía considerablemente mayor que la de un bólido normal. La intensidad de un súperbólido es tal que puede ser visto a plena luz del día y escuchado a cientos de kilómetros de distancia. La explosión genera un estallido sónico, que en algunos casos puede causar daños estructurales y romper ventanas en el suelo.
El súperbólido del 19 de mayo sorprendió a todos. Según los relatos de testigos, el cielo nocturno se iluminó como si fuera de día por unos breves segundos, seguido de un fuerte estruendo que reverberó en la región. Videos de cámaras de seguridad y testimonios de personas en varias ciudades mostraron la brillante estela del meteoro antes de su explosión.
Meteor lights up the sky ☄️
📷 Milena Refacho, Portugal
Lo más preocupante de este evento fue que el súperbólido no fue detectado por ningún dispositivo de monitoreo espacial antes de su entrada en la atmósfera. Los sistemas actuales, incluidos los telescopios terrestres y los satélites dedicados a la detección de objetos cercanos a la Tierra (NEOs, por sus siglas en inglés), no lograron identificar este meteoro.
Los súperbólidos a menudo son causados por objetos relativamente pequeños pero extremadamente rápidos. Su tamaño pequeño puede hacerlos difíciles de detectar con anticipación, y su alta velocidad reduce el tiempo que los sistemas tienen para identificarlos.
La trayectoria del meteoro puede haber sido tal que lo hizo entrar en la atmósfera en un ángulo que no fue cubierto por los dispositivos de monitoreo, o puede haber venido de una dirección del cielo que no estaba siendo observada en ese momento.
Los actuales sistemas de detección tienen limitaciones en términos de alcance y resolución. Muchos están diseñados para detectar objetos más grandes, como asteroides, y pueden no ser tan efectivos para identificar meteoroides más pequeños.
El evento del 19 de mayo subraya la necesidad de mejorar nuestros sistemas de detección de objetos cercanos a la Tierra. Aunque la mayoría de los súperbólidos no representan una amenaza significativa para la vida humana, su potencial para causar daños materiales y su capacidad de pasar desapercibidos plantean preocupaciones legítimas.
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