La rana de cristal de boca ancha (*Vitreorana eurygnatha*) es una especie endémica de la Sierra Madre Oriental que se encuentra en peligro de extinción, principalmente debido a la pérdida de su hábitat provocada por la deforestación. Este pequeño anfibio, que alcanza entre 2 y 3 centímetros de longitud, es conocido por su cuerpo verde translúcido y sus grandes ojos saltones, una combinación que le confiere un aspecto distintivo y fascinante.
Uno de los rasgos más característicos de esta rana es su boca ancha, que se extiende hasta la región posterior de sus ojos, proporcionando una apariencia única entre las ranas. Su piel translúcida es una característica definitoria del género *Vitreorana*, permitiendo ver los órganos internos a través de ella. La coloración de la rana varía del verde claro al verde esmeralda, con patrones de manchas o líneas oscuras que le brindan un excelente camuflaje en su entorno natural. Esta capacidad de camuflaje es crucial para protegerse de los depredadores en su hábitat arbóreo.
La rana de cristal de boca ancha se encuentra principalmente en los bosques tropicales y subtropicales, donde prefiere áreas con alta humedad y sombra. Su hábitat incluye tanto el dosel forestal como las capas inferiores de la vegetación en bosques primarios y secundarios. Suele residir en la vegetación arbórea cerca de cuerpos de agua o en la hojarasca del suelo, donde puede encontrar refugio y alimento.
Distribuida en regiones de América Central y el norte de América del Sur, esta especie se encuentra en Panamá, Costa Rica y el occidente de Colombia. Es un animal nocturno que pasa el día escondido en la vegetación y emerge por la noche para alimentarse de insectos como moscas, mosquitos y hormigas. Este comportamiento nocturno le ayuda a evitar la competencia y los depredadores mientras busca alimento.
La rana de cristal de boca ancha juega un papel ecológico importante como insectívora. Al controlar las poblaciones de insectos y otros pequeños invertebrados, contribuye al equilibrio de su ecosistema y ayuda a mantener la salud del hábitat en el que vive.
Actualmente, la especie está clasificada como "Preocupación Menor" en la Lista Roja de la UICN. Sin embargo, a pesar de esta clasificación, enfrenta amenazas significativas debido a la pérdida de hábitat, la deforestación y la degradación ambiental. La calidad del hábitat y la contaminación también representan factores que pueden impactar negativamente en su población futura. Por lo tanto, la protección y conservación de sus hábitats naturales son fundamentales para asegurar la supervivencia de esta especie única y valiosa.
MVZ Especialista Elsa Dieguez B.
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