Desde hace mucho tiempo, las brújulas son usadas por exploradores para orientarse en la Tierra. Funcionan gracias al campo magnético que genera nuestro planeta. Cuando hay corrientes eléctricas en el centro de la Tierra, se genera un campo magnético alrededor de nuestro planeta. Este campo se llama magnetosfera. Pero, ¿qué pasa si estamos lejos de un lugar con imanes? ¿Podemos usar una brújula en el espacio?
El funcionamiento de una brújula en la Tierra
La brújula es un objeto que se mueve por el imán natural de la Tierra. En la Tierra se produce un campo magnético gracias a un proceso llamado geodinamo, que ocurre en el centro de nuestro planeta. Las brújulas señalan hacia el norte a causa del magnetismo. Esta parte magnética, llamada magnetosfera, llega hasta unos 370,000 kilómetros de distancia.
Si un astronauta estuviera en este campo magnético, su brújula aún funcionaría y apuntaría hacia el norte de la Tierra. Pero cuando salimos de aquí, la brújula empieza a apuntar hacia otros imanes en el espacio.
Brújulas fuera de la Tierra
Si sales de la zona de protección magnética de la Tierra, una brújula ya no apuntará siempre hacia nuestro planeta. Según Jared Espley, un científico de la NASA, una brújula en el espacio señala hacia el lugar donde está el campo magnético más fuerte alrededor.
En la Luna no hay un imán gigante como en la Tierra.En el pasado, la Luna tenía un campo magnético, pero ahora solo quedan algunos rastros en algunas rocas. Hace 3,900 millones de años, en Marte, su geodinamo se debilitó y el planeta perdió su campo magnético global. Aunque en algunas áreas todavía hay algo de magnetismo residual. En los dos casos, una brújula podría ver esos rastros, pero no te ayudaría a volver a casa.
Júpiter y el Sol: los gigantes magnéticos
En nuestro sistema solar, Júpiter es el planeta con el imán más poderoso. Su magnetosfera es como una burbuja que protege a todo el sistema. Es tan grande que tiene un diámetro de 21 millones de kilómetros. Esto quiere decir que si pones una brújula cerca de Júpiter, está apuntaría hacia Júpiter y no hacia ninguna otra cosa por su fuerte influencia magnética allí.
Cuando un astronauta está muy lejos de la protección natural de los planetas, el Sol se convierte en su guía principal. El campo magnético que rodea todo el sistema solar es tan fuerte que incluso podría guiar una brújula a largas distancias. Cuando estamos lejos de nuestro sistema solar, las brújulas ya no funcionan porque no hay campos magnéticos que puedan hacerlas funcionar.
Conclusión
Una brújula en el espacio sigue funcionando, pero necesita campos magnéticos cercanos para ser útil. Cerca de planetas como Júpiter o cerca del Sol, un instrumento podría ser útil, pero ya no apuntaría hacia la Tierra. Pero en el espacio profundo, la brújula no sirve porque no hay puntos de referencia, así que uno se puede desorientar fácilmente. Este fenómeno muestra cómo las cosas que usamos todos los días en la Tierra pueden actuar de forma sorprendente en otros lugares del espacio.
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