En noviembre de 1974, la tranquila comunidad de Amityville, en Long Island, Nueva York, fue sacudida por un crimen brutal que marcaría para siempre la historia de la casa ubicada en el 112 de Ocean Avenue. Ronald DeFeo Jr., un joven de 23 años, asesinó a sangre fría a sus padres y a sus cuatro hermanos mientras dormían. Durante el juicio, DeFeo afirmó haber sido guiado por "voces" que lo incitaron a cometer los homicidios, lo que dejó una oscura nube sobre la residencia. Sin embargo, lo más aterrador sucedió después, cuando la casa fue vendida a una nueva familia, los Lutz.
La mudanza de los Lutz: El comienzo de una pesadilla
Un año después de los asesinatos, en diciembre de 1975, George y Kathy Lutz, junto con sus tres hijos, se mudaron a la famosa casa de Amityville, atraídos por el bajo precio de la propiedad. Sin embargo, lo que parecía un sueño hecho realidad pronto se convirtió en una pesadilla. Apenas 28 días después de instalarse, los Lutz abandonaron la casa abruptamente, alegando que habían sido víctimas de intensos fenómenos paranormales.
Entre los eventos que la familia aseguró haber experimentado se encuentran presencias malignas, olores extraños, ruidos inexplicables, muebles que se movían solos y manchas de una sustancia verde y pegajosa que aparecían en las paredes. George Lutz describió una sensación constante de ser observado y dijo que sentía un frío inexplicable en ciertas partes de la casa, a pesar de la calefacción. Además, su comportamiento cambió drásticamente, ya que, según su testimonio, una presencia lo hacía despertar todas las noches a las 3:15 a.m., la hora exacta en que ocurrieron los asesinatos de los DeFeo.
La madre de la familia, Kathy, afirmó haber sentido una presencia maligna que la abrazaba y que llegó a manifestarse en marcas en su cuerpo, como si hubiera sido golpeada. Incluso los hijos de los Lutz aseguraron haber visto extrañas figuras y seres en sus habitaciones. Uno de los incidentes más escalofriantes fue el relato de que la hija pequeña, Missy, hablaba con un "amigo imaginario" llamado Jodie, al que describía como un cerdo gigante con ojos rojos brillantes.
Investigación paranormal y repercusión mediática
El caso de los Lutz atrajo rápidamente la atención de los medios y del público. Se convocaron a varios investigadores paranormales, incluidos los célebres Ed y Lorraine Warren, quienes confirmaron la presencia de una energía oscura en la casa. Lorraine Warren, médium clarividente, afirmó que la casa estaba poseída por una entidad demoníaca y advirtió que era un lugar peligroso para cualquiera que viviera allí.
Ed y Lorraine Warren en el 112 de Ocean Avenue en 1976
Sin embargo, a pesar de estos testimonios, el caso de Amityville no estuvo exento de escepticismo. Muchos críticos señalaron que los Lutz podrían haber exagerado o incluso fabricado las historias para obtener beneficios económicos, dado que poco después vendieron los derechos de su experiencia para la realización de libros y películas. El más famoso de ellos, The Amityville Horror, publicado en 1977, fue un éxito inmediato y se adaptó al cine en varias versiones, contribuyendo a consolidar la leyenda de la casa embrujada.
¿Fraude o fenómeno real?
A lo largo de los años, ha habido varios intentos de desacreditar las afirmaciones paranormales de los Lutz. Algunos residentes posteriores de la casa declararon no haber experimentado ningún fenómeno extraño, lo que ha generado dudas sobre la veracidad de los relatos originales. Sin embargo, George y Kathy Lutz mantuvieron su versión hasta su muerte, asegurando que lo que vivieron fue real y que el miedo que sintieron fue genuino.
Hoy en día, la casa de Amityville sigue siendo un tema de debate. Para algunos, es simplemente una historia sensacionalista creada para ganar notoriedad y dinero. Para otros, es uno de los casos más convincentes de actividad paranormal documentada. Sea cual sea la verdad, la casa de Amityville se ha convertido en un ícono cultural, alimentando tanto el escepticismo como el misterio en torno a lo paranormal.
El caso continúa fascinando a aquellos que buscan respuestas sobre lo que realmente sucedió en aquella casa y si las fuerzas oscuras que supuestamente habitan en ella son algo más que el producto de la imaginación humana. Lo cierto es que, ya sea por miedo o por curiosidad, el 112 de Ocean Avenue sigue siendo uno de los lugares más enigmáticos y discutidos de la historia paranormal moderna.
por Santiago Rojas
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