Son los mamíferos más pequeños del planeta, han estado presentes en el mundo desde hace 50 millones de años, existen más de 927 especies de las cuales 137 residen en México, en el sureste y en las zonas templadas del norte del país.
Son vitales en la agricultura porque salvan las cosechas de depredadores como la langosta y otros insectos, mantienen bosques, selvas y desiertos saludables, además de contribuir a la dispersión de semillas, la polinización y el control de plagas
Otra característica de estas especies es la capacidad de volar grandes distancias, ser de hábitos nocturnos y emitir sonidos para orientarse hacia cuevas y barrancas donde millones de ellos se refugian durante el día, lo mismo que para encontrar sus alimentos amparados en la obscuridad de la noche.
Los murciélagos son los únicos mamíferos que vuelan gracias a sus manos unidas por una membrana entre los largos dedos que se despliegan como abanico, lo que les permite volar tanto por espacios abiertos como por estrechos pasadizos, son animales de vida nocturna, que se desplazan velozmente mediante los sonidos que producen, los cuales rebotan en muros o en los cuerpos de su presa, lo que les permite ubicarlos tridimensionalmente.
Se han tejido mitos y leyendas en torno a los murciélagos, lo que genera aversión debido a la creencia común de que todos ellos se alimentan de sangre. Se piensa que, al consumir la sangre de mamíferos, como el ganado, transmiten la rabia, una enfermedad viral que afecta el sistema nervioso de los mamíferos. Esta transmisión suele estar relacionada con la alteración del hábitat, que facilita la interacción entre el ganado y los murciélagos, creando condiciones propicias para la propagación de la enfermedad.
Los murciélagos insectívoros son especialmente valiosos para la agricultura y la seguridad alimentaria, ya que ayudan a controlar la proliferación de plagas y reducen la necesidad de insecticidas. En una sola noche, pueden consumir hasta 50 toneladas de insectos, lo que contribuye a la prevención de enfermedades que representan serios riesgos para la salud pública.
Otras especies de murciélagos se alimentan de frutas, polen y néctar, convirtiéndose en importantes dispersores de semillas y polinizadores de más de 130 especies de plantas que son esenciales para la producción de alimentos.
Murciélago orejón Histiotus macrotus
La dieta de doce especies de murciélagos en México se basa únicamente en polen y néctar, actuando como polinizadores nocturnos de diversas plantas, como agaves y cactos, que han evolucionado junto a ellos. Esta relación simbiótica es fundamental para la supervivencia de ambas partes.
En el país, existen tres especies carnívoras que se alimentan de pequeños vertebrados, mostrando su notable habilidad para cazar aves, lagartijas, ranas y mamíferos pequeños, que no tienen muchas posibilidades ante su ataque.
También hay tres especies de murciélagos hematófagos: dos de ellas se alimentan de la sangre de aves atacándolas en sus nidos, mientras que la tercera, más avanzada, se nutre de mamíferos mayores como tapires y ganado, a los que muerde para succionar su sangre sin que a menudo se den cuenta.
En cuanto a su conservación, de las 93 especies de murciélagos en México, 4 están amenazadas, 28 son raras y 1 se considera en peligro de extinción.
La especial apariencia de los murciélagos ha generado mitos y temores, por falta de conocimiento. Sin embargo, la ciencia ha comenzado a revelar las extraordinarias características de estos mamíferos voladores, que han sobrevivido en diversos ambientes desde el Eoceno, hace unos 56 millones de años, como lo indican los fósiles más antiguos.
MVZ ESPECIALISTA ELSA DIÉGUEZ B.
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