Las ruinas de Teotihuacán, situadas en México, son reconocidas como una de las maravillas arqueológicas más importantes del mundo. Fundada aproximadamente 200 años antes de nuestra era, esta antigua ciudad llegó a albergar hasta 200,000 habitantes en su apogeo. Sin embargo, el origen de sus pobladores, su lengua, y las razones que los llevaron a abandonar la ciudad en el siglo VIII, siguen siendo un misterio.
Uno de los aspectos más sorprendentes de la construcción de Teotihuacán es la presencia de placas de mica entre los niveles superiores de la Pirámide del Sol. Durante unas excavaciones realizadas por la Viking Foundation, se descubrieron dos placas de mica, cada una de aproximadamente 9 metros cuadrados. Lo más asombroso es que los análisis revelaron que esta mica no se originó en la región de Teotihuacán, sino en Brasil, a unos 4,000 kilómetros de distancia.
Este hallazgo descarta la idea de que la mica se utilizara con fines ornamentales, ya que fue encontrada entre las dos partes superiores de la pirámide, lo que sugiere un propósito funcional. Hoy en día, la mica se utiliza principalmente como aislante eléctrico y térmico, en la fabricación de condensadores y en componentes calefactores, entre otras aplicaciones.
La pregunta que surge es: ¿por qué los constructores de Teotihuacán decidieron incorporar mica en la pirámide? ¿Podría haber servido para crear un enorme condensador, convirtiendo a la Pirámide del Sol en el mayor de su tipo jamás construido?
Este enigma abre la puerta a múltiples hipótesis. ¿Qué opinas tú?
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