La tortuga laúd es la tortuga marina más grande del mundo, que puede alcanzar más de 2 metros de largo y pesar hasta 600 kilogramos. No posee placas óseas como otras tortugas, sino una piel coriácea, gruesa y flexible, en lugar de ser rígido y óseo de color negro con manchas blancas.
Su cabeza es pequeña y redondeada, con pico prominente, tienen aletas grandes y potentes, con forma de remo, que le permiten nadar largas distancias. Carece de escamas, a excepción de las primeras semanas de vida.Tiene una coloración negra con manchas blancas.
Posee un metabolismo especial que le permite tolerar aguas frías y una capa de grasa que la aísla del frío. La tortuga laúd se alimenta principalmente de medusas, aunque también puede consumir otros organismos gelatinosos, como ctenóforos y salpas. Tiene mandíbula poderosa y un pico córneo adaptado para triturar y consumir estos alimentos.
Se alimenta principalmente de medusas, pero también consume otros invertebrados como calamares, peces y crustáceos. Al consumir medusas, ayuda a dispersar las semillas de algas y otros organismos que estas transportan en sus tentáculos. Sus desechos contribuyen al reciclaje de nutrientes en el océano.
Habita en aguas abiertas de océanos tropicales y subtropicales alrededor del mundo, aunque se la puede encontrar principalmente en los océanos Atlántico, Pacífico e Índico. Realiza migraciones a larga distancia entre las áreas de anidación y las áreas de alimentación. Normalmente anidan en playas arenosas en regiones tropicales y subtropicales, como el Caribe, el Indo-Pacífico y el Atlántico.
Se encuentra en En peligro crítico de extinción. Esta catalogada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como una de las especies más amenazadas del planeta.
Sus mayores amenazas son la captura accidental en redes de pesca, pérdida de hábitats de anidación, contaminación marina, cambio climático, la captura incidental en la pesca.
Existen diversos programas y organizaciones dedicadas a la protección de la tortuga laúd, incluyendo la investigación, la educación y la conservación de sus hábitats. Además, la protección de sus áreas de anidación, la reducción de la captura incidental y la sensibilización sobre su situación vulnerable.
MVZ ESP Elsa Diéguez B.
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