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El Monte Sinaí, ubicado en la península del Sinaí en Egipto, es una montaña de gran relevancia religiosa, cultural, histórica y geológica. Es considerado el principal lugar de revelación divina en la tradición judía, también es sagrado para el cristianismo y el islam.

Según la Biblia, en su cima Moisés recibió los Diez Mandamientos, lo que lo convierte en un sitio fundamental para las religiones monoteístas.

Desde el punto de vista cultural e histórico, el Monte Sinaí ha sido un destino de peregrinación durante siglos. En su falda norte se encuentra el Monasterio de Santa Catalina, considerado uno de los monasterios cristianos más antiguos en funcionamiento continuo del mundo. Este monasterio alberga una valiosa colección de manuscritos antiguos en griego, siríaco y otras lenguas, solo superada por la del Vaticano. Su legado histórico y espiritual lo convierte en un sitio de referencia para creyentes y estudiosos.

En cuanto a su geología, el Monte Sinaí está compuesto principalmente de granito y rocas ígneas intrusivas que datan del Precámbrico, con más de 600 millones de años de antigüedad. Su relieve escarpado y sus valles profundos han sido esculpidos por procesos erosivos a lo largo del tiempo. La montaña forma parte del macizo del Sinaí, vinculado a la separación de los continentes africano y asiático debido a la tectónica de placas, lo que la convierte en un punto clave para el estudio de la evolución geológica de la Tierra.

Con una altitud de 2.285 metros sobre el nivel del mar, el Monte Sinaí estuvo bajo administración israelí entre 1967 y 1979, tras la Guerra de los Seis Días, hasta su devolución a Egipto. Actualmente, es un importante destino de peregrinación y turismo, por su riqueza religiosa, histórica y científica.

Maestra en culturas: Elsa Diéguez B.